Cuando una organización sin fines de lucro evoluciona más allá de la “Junta Directiva del Fundador”, ¿puede el Fundador permanecer “a cargo” como Presidente de la Junta?

Uno de los momentos más difíciles para una nueva organización sin fines de lucro es esta transición. Algunos fundadores reconocen que su pasión por el trabajo que inspiró el inicio de la organización puede no ser el conjunto de habilidades necesarias para administrar una organización en crecimiento. Aquellos que no ven sus debilidades pueden ser el mayor obstáculo que debe abordarse. Algunas personas llaman a esto “fundadoritis”, el fundador que no se hará a un lado ni permitirá que otros contribuyan, incluso cuando las cosas no van bien.

En general, mi experiencia es que el fundador necesita retroceder en algún momento y dejar que otros lideren. El desarrollo de una junta profesional competente es el primer paso. Algunas organizaciones optan por mantener al fundador a bordo como director ejecutivo ceremonial o presidente de la junta, para recaudar dinero y ser el foco de atención de los medios. A veces esto funciona, otras veces simplemente crea una organización con CEOs o presidentes de junta que luchan.

Algunas veces el cambio es obligatorio por un donante importante. Esto puede ser traumático para una organización, es mejor que el cambio se gestione antes de llegar a este punto.

Mi mejor consejo es que proceda con cuidado, trabajando con tantos socios como sea posible y, sobre todo, sea honesto, claro y directo con el fundador. Si el llamado al cambio proviene de una persona, fallará. Las coaliciones amplias a menudo son la mejor fórmula para el éxito.

Pueden llamarse Fundador y Cofundador. Necesita un Presidente de la Junta que se encargará de la misión y los valores de la organización. Los fundadores siempre estarán a bordo, ya sea de manera activa o como asesores, a menos que sea de otra manera.